Qué lindo el otoño, qué juguetón... Y yo aprieto el paso para que pase rápido mientras añoro los cuerpos ligeros de ropas y el sentarse al sol buscando la sombra...
Saco el pañuelo por la ventana para decir también adiós a mis veintisiete que se van. Con alegría este año, porque con el paso del tiempo se aprende la importancia de poder seguir viendo marchar los años. Como en una estación de tren, inevitable la partida, pero necesaria para seguir caminando.
Con el otoño gano un año más y de paso cojo mis maletas llenas de cuentos y me apuro, presta a que pasen estos días que caen cuanto antes, de biblioteca en biblioteca, de estación en estación.
Me podéis encontrar...
Miércoles 13, 17:30 horas. Bebecuentos. Biblioteca Torrente Ballester
Y en esta semana dejo algunos puntos de encuentro más. Mientras tanto, a disfrutar de estas pequeñas vacaciones.
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